Ciudad de México, 30 de junio de 2025.— A más de un mes del inicio del paro de labores en el Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX), la crisis continúa sin una solución definitiva. Mientras miles de audiencias permanecen suspendidas y los expedientes judiciales se acumulan, diversas voces del ámbito legal exigen a las autoridades capitalinas su pronta intervención para evitar un colapso en el sistema de justicia local.
El Colegio Nacional de Voces Jurídicas por México urgió al gobierno de la ciudad a atender las demandas de los trabajadores, al advertir que la parálisis judicial está afectando de forma directa el acceso a la justicia y los ingresos de los abogados litigantes. “Cada día que pasa agrava el rezago judicial; los ciudadanos pierden tiempo, dinero y derechos fundamentales”, alertó el organismo.
Entre las principales exigencias de los trabajadores se encuentran un aumento salarial superior al 5% propuesto, mejores condiciones laborales, la basificación del personal y la eliminación de cobros por trámites judiciales. Estas demandas, aseguran, responden a la necesidad de garantizar que la justicia sea verdaderamente gratuita, pronta y expedita, como lo establece la Constitución.
Por su parte, la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada Molina, lamentó que el paro continúe pese a que la mayoría de los empleados aceptó un aumento del 5% en salario y un 2% en prestaciones. Indicó que el Tribunal Superior de Justicia capitalino ya implementa medidas administrativas para mitigar el impacto del paro, aunque reconoció que un grupo de trabajadores permanece en resistencia por considerar insuficiente y poco clara la oferta, especialmente ante la falta de precisión sobre el incremento salarial proyectado para 2026.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia, Rafael Guerra Álvarez, también hizo un llamado a retomar labores y a privilegiar el diálogo para evitar más afectaciones a la ciudadanía. Sin embargo, el conflicto sigue latente, con alrededor del 5% del personal judicial aún en paro, de acuerdo con cifras oficiales.
Mientras tanto, miles de capitalinos esperan justicia en asuntos familiares, civiles y penales. Abogados independientes, sin posibilidad de trabajar con normalidad, advierten que la situación podría derivar en una crisis sin precedentes si no se atienden pronto las causas estructurales del conflicto.
El reloj sigue corriendo, y con él, la impaciencia de una ciudad que exige un Poder Judicial funcional, justo y digno para quienes lo integran.
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